miércoles, 16 de octubre de 2013

Hasta luego, Señor Destino, Señora Realidad...

Quiero quedarme a su lado, aunque sea calladamente, prometo que me portaré bien, pero permitanme quedarme a su lado. Señora Realidad, Señor Destino, por favor les ruego que entiendan mi situación. No fue mi intención enamorarme de esta manera. Señor Tiempo, usted detengase un poco, por lo menos en los momentos en los que estoy con él, para que mi egoísta felicidad sea un poco más duradera.
Señor Destino, usted es misterioso y guarda los secretos para usted, ¿Acaso no sabe que sería mpas fácil para mi si me dijerá su él es para mi o no? Y usted Señora Realidad, no me mire de esa manera tan burlona y desaprovadora. ¿Qué tiene de malo ser una soñadora? ¿Qué tiene de malo desear algo fuera de tu alcance? Y si, Señora Realidad, sé que en algún momento tendré que escucharla, porque todo este tiempo la he estado ignorando. Lo lamento Señora Realidad, pero no puedo vivir de esta manera, porque a usted le gusta herirme, aunque no sé si es usted o yo misma la que me hace daño. Señor Destino, usted ha estado muy callado, ¿Acaso esta planeado algo en su cabeza? Por favor, si me he de enamorar de nuevo, por favor le pido, que esta vez sea alguien que pueda corresponder mis sentimientos.
Aquí viene la Señorita Conciencia, la que no me deja dormir de noche, mirenla Señores, limandose las uñas mientras se sienta a nuestro lado haciendome las preguntas más profundas del mundo como si no fueran nada. Y claro, no me deja dormir en paz hasta que le de una respuesta más o menos adecuada.
Y detrás de ella él peor enemigo de la Señora Realidad, mirenla como frunce el ceño al mirarlo, Ilusiones, que viene distraído, e inocente. Le sonrió, Ilusiones es mi mejor amigo Señora Realidad, por eso es que no puedo escucharla. No se enojé, se que en un futuro tendremos una platica larga y se que odiare a Ilusiones de nuevo. Al final, tiempo atrás, usted y yo eramos muy unidas, buenas amigas... Pero me di cuenta de que para ser feliz tenía que tener un poco más de Ilusiones en mi vida. Mirelo como sonrie el ingenuo.
Y lo sé, Señor Destino, aunque no me diga nada ahora, sé que si espero con paciencia todo esto se resolvera. Señor Tiempo, ya se ha ido, claro, no se puede quedar quieto ni un segundo.
Y creo que es tiempo para que yo también me vaya...
Los estaré esperando Señor Destino, Señora Realidad, y a ti Señorita Conciencia, hasta luego. Vamonos Ilusiones, a ser felices por mientras el momento de enfrentarlos de nuevo venga.

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